
1. Mayor nivel de conciencia de sí mismo.
Ayuda a mejorar la capacidad de comunicación clara, propósito de la empresa y dirección, para impulsar la coherencia de los valores culturales de la organización.

2. Construir con auténtica confianza y lealtad.
Demostrar un nivel sin precedentes de transparencia y visibilidad. Mostrar integridad y la capacidad de convertir las promesas en realidad.

3. Comunicación clara que mejoren las relaciones conectivas.
Comunicar abiertamente y con exactitud de los hechos. Construir en la colaboración y la rendición de cuentas.

4. Conducir una visión estratégica a largo plazo dinámica e integrada.
Montar una base para el pensamiento futurista. Equilibrar los objetivos a corto plazo con objetivos realistas a largo plazo.

5. Crear un ambiente de trabajo emocionante y gratificante.
Apreciar la imaginación innovadora y comportamientos de trabajo dedicados. Apoyar un aprendizaje y desarrollo con mentalidad de cultural.

6. Establecer presencia de liderazgo personal y utilizar los comportamientos no verbales.
Utilizar el liderazgo apasionado por abrazar los valores y creencias. Tener credibilidad basada en la flexibilidad y la energía personal.
Los tres componentes centrales y principales de estos 6 competencias:

Una comunicación abierta

Construir relaciones
