Flexibilidad laboral: 7 diferentes propuestas

Flexibilidad laboral
Se recomiendan medidas para flexibilizar el trabajo que incluyen el horario, el trabajo a distancia, los tiempos parciales, que las luces se apaguen a cierta hora, los espacios flexibles, las reuniones con un horario definido, y los procesos simples.
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A nivel mundial existe una tendencia hacia la flexibilidad en el trabajo.

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Además de ayudar a la retención, la flexibilidad mejora el rendimiento y la productividad.

Las 7 medidas más comunes para ofrecer flexibilidad en el trabajo son:

1. Horario. Entre las prácticas más extendidas se encuentra el tener una franja horaria de entrada y salida. Esta iniciativa puede permitir terminar la jornada de trabajo alrededor de las 17:00 horas, lo cual es conveniente para quienes tienen hijos.

2. Trabajo a distancia. Algunas compañías ya tienen su sistema de datos en la nube: de esta forma sus empleados pueden trabajar desde casa sin mayor problema. En algunos casos se exige que los colaboradores asistan a la oficina cuando menos un día a la semana.

3. Tiempo parcial. Es la medida de conciliación laboral más popular en Europa, aunque tiene connotaciones distintas al usarse a menudo como la única alternativa de contratación.

4. Luces apagadas. Consiste, literalmente, en apagar las luces de la oficina a una hora determinada (normalmente entre las 18.00 y las 19.00), de tal manera que quienes quieran seguir trabajando deban solicitar un permiso para ello.

5. Espacio flexible. La organización de la oficina también importa. Si los trabajadores no tienen un sitio predefinido en el cual sentarse pueden escoger dónde hacerlo cada día, en función de las reuniones que tengan programadas. Así se ahorra tiempo y se generan más sinergias.

6. Reuniones controladas. Regular la duración máxima de las reuniones, y, sobre todo, prohibir que se realicen a partir de determinadas horas permite salir antes del trabajo. Para que funcione esta medida es imprescindible que los directivos den el ejemplo.

7. Procesos simples. Menos burocracia implica menos tiempo perdido: la digitalización de los procesos ahorra tiempo, tanto a los subordinados como a los responsables.