1. Tu actividad en la web y en las aplicaciones: las páginas que visitas.
En esta sección puedes decirle a Google si quieres que controle o no tu historial de navegación, incluidas las búsquedas que haces a través de él.
De hecho, si entras en “administrar historial”, podrás ver todo lo que has visitado.
2. Historial de ubicaciones: los lugares en los que has estado.
“Solo tú puedes ver esta información”, pero da cierto reparo comprobar que Google sabe que en los últimos días lo que se ha comprado y cenas en restaurantes. O que en cierta fecha comiendo tacos.
3. Historial de búsqueda en YouTube: lo que ves.
Sabe tus gustos, así como te sugiere qué ver. Todo lo que ves desde tu cuenta se queda guardado.
4. Información de tus dispositivos: cómo te conectas.
Google te ofrece la posibilidad de almacenar “contactos, calendarios, alarmas, aplicaciones, música, películas, libros y otros contenidos”. También el estado de tus dispositivos, incluyendo datos como “si la pantalla está encendida” y “el nivel de batería”. Te sorprenderá ver a todos tus gadgets bien ordenaditos por fecha y lugar de conexión.
5.- Información sobre anuncios: lo que deseas comprar.
Aquí se puede ver los datos que Google tiene sobre ti y que utiliza para mostrarte sus anuncios, “mis temas” favoritos como potencial consumidora. Google, eso sí, nos tiene fichados a través del sexo y rango de edad, y permite personalizar esos temas para el futuro, según intereses.
6.- Actividad de voz y audio: lo que hablas.
Guarda todas tus entradas de voz si así lo deseas.
En principio, esto le sirve para entrenar el reconocimiento de voz para las aplicaciones donde se utilicen. Google señala que cuando activamos la función de voz y audio, los datos se guardan en el dispositivo donde se accede.
7.- Aplicaciones y otros servicios.
En tu panel de control encontrarás desde el número de contactos que tienes en Google Talk, las aplicaciones que has bajado en Google Play e incluso el número total de conversaciones que mantienes activas en Gmail.