Las entrevistas de trabajo que no están estructuradas adecuadamente son ineficaces para predecir el desempeño de los candidatos. Los reclutadores deben hacer que cada candidato perciba que existe igualdad de condiciones durante el proceso de evaluación.
1. Resumir lo que los candidatos pueden esperar
Mantener las conversaciones no planificadas en lo mínimo: una conversación personal fuera de lugar puede conducir inconscientemente a sesgos.
Una guía práctica puede ser: presentarse al candidato, definir claramente el puesto de trabajo y sus funciones, enumerar las competencias clave, y explicar cómo se realizarán las preguntas de la entrevista.
2. Hacer las mismas preguntas en el mismo orden
Esto ayudará a determinar cuáles son las competencias claves para el éxito.
Preparar de antemano entre siete y diez preguntas abiertas que permitan evaluar los atributos del candidato.
3. Tener una evaluación definida
Los entrevistadores deben calificar las respuestas utilizando una escala que considere todos los aspectos clave.
Preparar de antemano entre siete y diez preguntas abiertas que permitan evaluar los atributos del candidato.
4. Calificar a los candidatos inmediatamente después de la entrevista
Es importante que los entrevistadores califiquen a los candidatos inmediatamente después de abandonar la sala, sin dejar pasar más tiempo.
En sus notas deben incluir una justificación del puntaje para cada respuesta.
