Este tipo de entrevista debe ser breve y concisa, y debe de servir como un filtro previo a la entrevista en persona.
1. Investigar si los objetivos de trabajo del empleador y del candidato coinciden
En la entrevista telefónica debe hablarse de las responsabilidades y las funciones que el candidato realizará en el puesto: es necesario evaluar también sus reacciones y actitudes, y escuchar sus comentarios para saber si sus expectativas coinciden con las de la empresa.
2. Determinar si un candidato sería viable para el trabajo
El entrevistado debe cubrir por lo menos un 70% de las habilidades requeridas para el puesto y demostrar cómo su experiencia previa lo ayudará a lograr los resultados esperados.
3. Enfoque basado en las necesidades del cliente
El candidato debe centrarse en mostrar cómo puede satisfacer los requerimientos que el empleador busca: es decir, en las necesidades específicas de los clientes de la empresa, para ese puesto de trabajo.
4. Definir el perfil y las funciones del trabajo y conocer las expectativas del candidato
Las funciones de un mismo puesto de trabajo pueden variar de empresa a empresa: por tanto, el nombre del puesto no es tan importante como su descripción precisa. Se debe estar seguro de que tanto la empresa como el candidato tengan la misma idea de lo que esperan.
5. Determinar qué clase de colaborador será el candidato
Al terminar la entrevista telefónica y con base en la conducta del candidato, es decir: si fue amable o rígido, si tiene buen humor, si fue cortante, etc., es posible tener una idea de cómo será trabajar con esa persona.
