Esta misión implica ir más allá de tener un perfil en LinkedIn o un currículum atractivo.
Se necesita tener una representación de uno mismo sin olvidar que ahora en el mundo digital la apuesta ganadora es ser más humano.
El error de mucha gente es pensar que tiene que transformarse en un ser literalmente tecnológico. Pero lo cierto es que el simple hecho de estar en redes sociales va a ayudar a tener una red de trabajo por la gran capacidad que éstas tienen para conectar con la gente.
Esto es algo que los niños ya están haciendo. Si usan las redes desde pequeños están aprendiendo el poder de crear una red de contactos. Aprenden a sentirse bien cuando comparten algo de valor y crean algo que a la gente le gusta. Y esto se puede trasladar a la economía.
¿Qué puedes hacer si no tienes una red de contactos?
Todo el mundo tiene una red de trabajo. Quizás no sepas que las tienes, pero la tienes. Busca entre tus compañeros de clase, tus profesores, tus amigos.
Después del primer trabajo, el 80% de la gente encuentra el segundo a través de alguien que conoció en su primer puesto.
Valor agregado que tiene LinkedIn comparado con el networking cara a cara
Acelera el networking para acercarte a los demás, contacta con gente que está lejos y encuentra puntos de conexión y relaciones de confianza como cuando nos encontramos con alguien. Además el ser humano es curioso por naturaleza, por lo que es raro conocer a alguien en persona sin revisar su perfil después.
La manera en que encontraremos trabajo en el futuro
Hoy podemos llevar a alguien en nuestro coche y cobrar por ello, alquilar una habitación de nuestro hogar o publicar un video en YouTube y recibir dinero porque otra gente lo vea.
Las anteriores generaciones tuvieron tres trabajos en su vida; el millennial, siete; y sus hijos tendrán otros siete trabajos, y al mismo tiempo obtendrán dinero por subir videos a las redes sociales, alquilar una habitación y otras cinco cosas más. Así tendrán distintas fuentes de ingresos.
