El EQ es la capacidad de comprender, tanto sus propias emociones como las de los demás y responder de manera adecuada en función de dicha información. Una habilidad cada día más valorada entre los candidatos.
1. Hacer conciencia de sí mismos.
Las respuestas pueden mostrar la capacidad de un individuo para ser entrenado y aceptar comentarios.
“Relatar acerca de un momento, en el que fuiste criticado injustamente y brinda detalles”.
2. Buscar el grado de empatía.
- Las respuestas muestran un mensaje personalizado a los destinatarios, que indicará un EQ más alto.
- Distinguir trabajos que necesitan menor, mayor y muy alta empatía.
“Narrar algún momento en el que tenías que transmitir las malas noticias a más de una persona. Y ¿cómo lo hiciste?”
3. Evaluar el nivel de auto-control.
- Las respuestas muestran un mensaje personalizado a los destinatarios, que indicará un EQ más alto.
- Distinguir trabajos que necesitan menor, mayor y muy alta empatía.
“Comentar sobre un momento en que dijiste algo de lo que inmediatamente te arrepentiste”.
4. Medir la tolerancia al estrés.
- Revela cómo un individuo puede reaccionar ante plazos exigentes o entornos de trabajo vertiginosos.
4. Medir la tolerancia al estrés.
“Describir tu semana más ocupada en los últimos seis meses”.
5. ¿Qué tan flexible eres?
- Respuestas que muestran flexibilidad para cambiar y la capacidad de crecimiento en la compañía.
“Contar acerca de una tarea de estiramiento en tu última función que realmente te desafió. ¿Fuiste voluntario, o te lo delegaron? ¿Cómo aprendiste cómo hacer esa tarea? “
6. Nivel de optimismo.
- Diferentes trabajos pueden necesitar distintos niveles de optimismo: los vendedores con alto optimismo superan a los que tienen un bajo optimismo; sin embargo, los pesimistas a menudo son buenos abogados.
“Pensar en un momento que tuviste un revés inesperado en el trabajo. Contar sobre los detalles.”