1.- Leer el lenguaje corporal.
Aprender a reconocer los gestos sutiles de los candidatos ayuda a comprender mejor si el candidato es adecuado para el puesto. Asimismo, permite tener una ventaja adicional al evaluar a quién debe contratarse.
2.- Evaluar los comportamientos.
Detectar comportamientos indicativos de las cuatro habilidades de EQ: autoconciencia, autogestión, conciencia social y habilidades de gestión de relaciones.
3.- “Entrevista” fuera de la entrevista.
Presta especial atención a cómo se comportan los candidatos antes, durante y después de la entrevista. Esto brinda información valiosa acerca de cómo un candidato “encajará” con el resto de los empleados, y de cómo tratará los clientes.
4.- Hacer preguntas de sondeo.
Muchos entrevistadores tienen preguntas que usan en todas las entrevistas: están diseñadas para medir las emociones de los candidatos.
5.- Busca comentarios sobre sus trabajas anteriores.
Debes recopilar información de todas las personas que tuvieron contacto con el candidato durante todo el proceso de contratación. Después de todo, estás buscando a alguien que complementará a tu equipo de manera integral, en lugar de simplemente “llenar” un “vacío” de habilidades.