Los Millennials y los Centennials valen 19 billones, un valor del 35% de la renta mundial.
I. Prospectiva nada halagadora.
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viven en mercados emergentes.
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posee un smartphone.
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De los fondos del planeta bajo su control en 2025
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de los chicos de entre 16 y 22 años preferiría perder su sentido.
2. ¿Parecen ricos o es mera ilusión?
Corren el riesgo de ser más pobres que sus padres y disfrutar de unos niveles materiales de bienestar más bajos.
Las consecuencias son un elevado desempleo juvenil, con una débil recuperación económica.
3. Ciudadanos del mundo.
Será la generación más tolerante que han visto los tiempos
Si hablamos de orientación sexual o religiosa. El género no significa lo mismo que antes. Estos chicos pertenecen a la era de Caitlin Jenner [un icono transgénero]. Y tienen una mente más abierta.
La cifra de suicidios más alta desde que existen registros.
Es preocupante la certeza de una fragilidad, que los llamen “nuevos pragmáticos realistas”, esa adaptación a la realidad resulta quebradiza.
Tienen esperanzas, pero también miedo y ansiedad.
En Estados Unidos, el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades ha descubierto que el 17% de los chicos que están en la escuela secundaria ha considerado seriamente en suicidarse.
La gran mayoría ha vivido, el terrorismo,
ya que han podido contemplar su horror ataques, decapitaciones en cualquier momento a través de sus smartphones.
4. Creen que la tecnología les hace la vida más fácil.
Son verdaderos nativos digitales
El 83% de estos jóvenes duerme junto a su smartphone,
La gramática de los adolescentes ha sido inesperada.
5. Los responsables de la arquitectura económica.
Generación que tiene un poder de gasto de diez billones de dólares. Las marcas los quieren y los buscan.
Apple, Nike, Samsung, Sony y Microsoft son sus compañías favoritas. De ellas no esperan productos sino experiencias de compra. La posesión ya no es un destino sino el viaje. Y el precio, para dos generaciones surgidas en una crisis profunda, es la variable esencial.
6. Consumidores con hábitos nunca vistos.
Consultan, preguntan, entienden y no soportan la falta de honestidad en sus proveedores, ni tampoco en la publicidad.
Aceptan el “tener” que los convierte “en una mina para la economía colaborativa, ecosistema que es para compartir Uber, Airbnb y Kickstarter, entre otras compañías, representan la alborada de una transformación y la llegada de una cierta soledad.
Una de cada dos personas en el Reino Unido y los Estados Unidos durante 2020 tendrá algún trabajo autónomo.
Es la nueva vía del cambio de paradigma en su relación con la empresa y el trabajo.
Visión mucho más enfocada en el corto plazo, porque son chicos tienen muy poca resistencia a la frustración, lo que va unido a la falta de compromiso con las empresas justifica su tendencia a cambiar con frecuencia de empleo.
Generación que no creció en la cultura del esfuerzo; son todo lo contrario, a los yuppies de los años 80, seamos sinceros, son distintos, pero no es un reproche.
7. Ninguna generación es igual a la anterior, porque todas heredan un mundo distinto al que recibieron sus padres.
Trasciende a su relación con la familia.
Por primera vez desde 1880 en Estados Unidos hay más adultos jóvenes viviendo con sus padres que con sus parejas. Uno de cada dos millennials de entre 25 y 29 años aún viven con sus progenitores.
Repuesta a sociedad de empleos precarios y altos precios de la vivienda. Arrinconados, los jóvenes solo parecen tener la opción de adaptarse.
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de los jóvenes encuestados prefería ir antes al dentista que escuchar lo que tienen que decir los bancos.
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de quienes tienen entre 18 y 29 años, confía en que Wall Street actúe correctamente.
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recibe ayuda económica de sus familias. Y su margen financiero resulta escuálido.
8. Existencia a través de la tecnología.
9. Los más educados.
Suman 1.400 millones de estudiantes en el mundo.
Con sus asignaturas aprobadas y pendientes.
Uno de cada tres millennials —según la OCDE— tiene bajos conocimientos tecnológicos
y el 14% de los graduados recientes obtiene malos resultados en aritmética. Y en esta sociedad tecnológica, educada y matemática ser padre o madre joven resultará inasequible.