Sigue estos consejos para generar una mejor conexión:
1. Abordar la diferencia de edad.
Cuando trabajas para un jefe significativamente más joven es imposible ignorar la diferencia de edad: puede ser incómodo, pero cuando se hace con tacto, puede fortalecer la relación. Transmite que te ves a ti mismo como un miembro del equipo, no como un rival.
2. Encontrar un tema en común.
Puedes plantear preguntas no relacionadas con el trabajo para tener una idea de los hobbies de tu jefe para luego conectarse a través de intereses compartidos.
3. Aceptar el cambio.
Mostrar que siempre buscas adquirir nuevas habilidades. Las cosas cambian rápidamente, por lo que debes demostrar que progresas.
4. Adaptar el estilo de comunicación.
Averigua cuál es el método de comunicación preferido de tu jefe y acéptalo. Es posible que tengas que aprender a usar nuevas herramientas digitales y al hacerlo mejorará tu conocimiento, experiencia y oportunidades profesionales.
5. Evita los estereotipos.
Es de acuerdo con la naturaleza humana hacer suposiciones y juicios basados en la edad; pero ser capaz de suspenderlos puede hacerte un mejor colaborador.
6. Sé un colaborador, no un mentor.
Como alguien con más experiencia, puedes sentirte tentado a convertirte en un mentor no oficial de tu jefe. Esto puede ser contraproducente: cuando hables de tu experiencia, evita usar un lenguaje que resulte degradante o condescendiente.
7. No intentes demasiado ser “cool”.
En general, está bien hacerte amigo de tu jefe, pero esto no significa que debas adoptar gestos juveniles o frases llamativas que de otro modo no utilizarías. No importa la edad que tengas: lo mejor que puedes ser, es ser auténtico.