Francia reconoce el derecho del trabajador, a desconectarse del trabajo cuando ha terminado la jornada laboral
La nueva reforma laboral intenta poner límites a lo que vivimos casi diariamente: emails a las tantas de la noche o sensaciones de culpa o miedo por no haber contestado incluso un domingo.
Parece que los dispositivos móviles nos han puesto un cartel de cara al mundo: “abiertos 24 horas por siete días a la semana”.
Y es ahí donde reside la trampa. Internet no cierra, pero nuestro cerebro necesita desconectar.
La hiperconexión nos agota.
La multitarea no es como la pensamos, y una investigación de la universidad de Stanford establece que:
Cuando hablamos por el móvil o consultamos algo en la tableta mientras hacemos otra cosa, reducimos nuestra atención y nuestra creatividad. Los dispositivos móviles se han hecho nuestros “amigos inseparables”.
Consultamos el smartphone unas 150 veces promedio al día.
Nos despertamos con él e incluso nos acompaña al baño en un 33%.
Las actitudes que se aplican en el trabajo para sufrir hiperpresentismo
El presentismo está para “calentar el sillón” sin necesidad.
El trabajo se adentra en nuestras vidas privadas a través de la tecnología y podemos decir que sufrimos “hiperpresentismo”.
No solo los jefes no han de exigir más allá de la cuenta, sino que nosotros mismos debemos aprender a ponernos límites, el motivo es muy simple: Por nuestra salud y por evitar un agotamiento severo que nos desgaste.
Las razones de su existencia
Hábitos culturales que ni se cuestionan, escasez de recursos para alcanzar un objetivo, tiempos perdidos en conversaciones innecesarias, “ganar puntos”, a determinadas horas es cuando se producen reuniones en los despachos importantes o formas de gestión que dejan mucho que desear, egoísmo o “me siento grande si veo que todos están cuando yo llego o cuando me voy”.
La tecnología amplifica todo lo anterior y lo dirige hacia los equipos en la era digital, supone entender que el talento es más que nunca el recurso más valioso, aunque esté detrás de los dispositivos o trabajo desde casa, y gestionarlo implica no exigir comportamientos ilógicos o que dañen la motivación futura.
Dirigir equipos en la era digital supone entender que el talento es más que nunca el recurso más valioso, aunque esté detrás de los dispositivos o trabaje desde casa
Comprender que responder emails o no saberse desconectar tiene un precio, quizá no a corto plazo, pero sí a medio o largo: el erosionante agotamiento aunque se tengan 25 años.
Tratar el agotamiento lleva mucho más tiempo y no se consigue con un fin de semana de ensueño, sino con crear espacios de cuidado personal
1. Saber dejar el móvil apagado durante unas horas diarias, no consultar los emails y nada más levantarse o saber guardarlo cuando estamos en casa o con la familia.
2. Necesitamos reconocer que consultamos el smartphone muchas veces no solo por lo que diga el jefe, sino porque nos aporta intensidad, que entretiene a la mente.
3. Si no sabemos separarnos de él aun cuando estamos de vacaciones o en una cena con amigos, tampoco culpemos solo a la empresa de hábitos que nos hacen daño.
Comenzar el año con una mejor salud, y RH debe apoyar en encontrar espacios para cuidarnos del hiperpresentismo en el trabajo o bien poniendo límites, o buscando otras alternativas laborales si estamos en una empresa que nos lo exige, o bien poniéndonos una dieta más saludable para estar mejor con nosotros mismos.