México: un saldo de claroscuros al cumplirse 20 años del acuerdo que firmó con Canadá y Estados Unidos.
La economía del país es muy distinta a la que existía antes de 1994, pues hay algunos sectores que han resultado muy beneficiados con el acuerdo y otros que se encuentran en severos problemas.
La industria automotriz es una de las principales ganadoras del TLCAN
La exportación de automóviles mantiene un crecimiento promedio de 12,6% anual.
Hasta 1993 existían 13 plantas automotrices, y ahora son más de 30 e incluso para el año próximo se espera la instalación de dos nuevos complejos ensambladores (INEGI, Secretaría de Economía).
En las últimas dos décadas el volumen total de las exportaciones del país aumenta un promedio de 10,6% cada año.
La producción beneficia a otros sectores como:
Fabricantes de cristales, llantas, pintura y refacciones en general. En 2013 la producción fue mayor a US$78.000 millones, “una cifra histórica” que coloca al país como el quinto ensamblador del mundo.
Auge de la industria que los gobiernos de algunos estados, como Puebla y Guanajuato, suelen disputar en sus declaraciones a quién correspondería el título de “joya de la corona” automotriz.
El TLCAN también ha dejado víctimas
Antes de la firma del acuerdo, más del 80% de los juguetes que recibían los niños mexicanos eran fabricados en el país.
Hoy cifra invertida. En 1993 la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (Amiju) registró a 380 fabricantes, pero dos años después el número se redujo a sólo 30.
La apertura comercial entraron al país cientos de toneladas de juguetes, la mayoría hechos en China, que devastaron a la producción nacional.
Dos décadas después del TLCAN y los jugueteros mexicanos apenas empiezan a recuperarse
Para lograrlo, algunos establecieron alianzas con empresas extranjeras, incluso chinas, y otros se convirtieron en importadores.
La Secretaría de Economía redujo los aranceles a la importación de maquinaria y materia prima, además que las empresas sobrevivientes diseñaron nuevos modelos para competir con los extranjeros.
Los juguetes tradicionales prácticamente desaparecieron del mercado, indican especialistas. Ahora para comprarlos es necesario acudir a tiendas de artesanías.
El sector crece a un promedio de 7% anual.
Pero los números no bastan para recuperar el escenario anterior al Tratado de Libre Comercio.
En la balanza global, la mayor producción e ingresos reportados se concentran en dos compañías de origen estadounidense.
Estados Unidos y la “aspiradora” de empleos
Cuando el TLC de Norteamérica entró en vigencia el 1º de enero de 1994.
Principal opositor en Estados Unidos, el excandidato presidencial Ross Perot, advertía una y otra vez a sus compatriotas que pronto escucharían el ruido del TLC, asemejándolo a una “aspiradora” que engulliría buenos empleos estadounidenses y los enviaría al otro lado de la frontera con México.
Advertencia de desempleo como consecuencia del comercio ampliado con México, se convirtió en realidad en algunos sectores de la economía estadounidense, particularmente en áreas como la fabricación de equipo electrónico y automotriz, mientras que en otros como la agricultura y los servicios, el acuerdo ha generado la prosperidad y empleo que prometían sus defensores.
El sindicato AFL-CIO, que agrupa a los trabajadores del sector industrial en Estados Unidos, asegura que el tratado de libre comercio con Canadá y México ha significado la pérdida de 700.000 trabajos, la mayoría de los cuales se habrían ido a México.
El Economic Policy Institute (EPI), un centro de investigación estadounidense con vínculos al sector sindical, asegura que de esos empleos perdidos:
Empleos Industriales
Trabajadores en fábricas de equipos electrónicos
Trabajos en el sector automotríz
Estado de Michigan, donde queda Detroit y el núcleo de la industria automotriz
46.000 puestos de trabajo desaparecieron en ese estado como consecuencia del Tratado de Libre Comercio, o cerca de 1% del total de empleos en Michigan.
El impacto total del TLC, es por supuesto, un motivo de intensa controversia, inspirada tanto en la economía como en la política. En realidad, como argumentan los defensores del libre comercio, los problemas del sector automotriz estadounidense empezaron al menos en 1973 con el embargo árabe que disparó los precios del combustible, cuando el TLC con México todavía no estaba en la mente de nadie.
Pero es probable que varios de estos problemas se hayan acelerado con el tratado, que permitió que las grandes fábricas de Detroit enviaran parte importante de su producción a México, donde los obreros ganan una fracción de lo que devengan sus contrapartes estadounidenses.
Mientras ciudades mexicanas como Hermosillo son descritas como la “nueva Detroit”, la Detroit original es hoy en día la mayor ciudad estadounidense en haberse declarado en quiebra en toda la historia.
Estudio de EPI indica que el libre comercio con México impactó negativamente otras partes del país
California perdió en ese mismo periodo 86.000 empleos, mientras que Texas perdió 55.000 plazas laborales, cerca de 0,5% del total en ese estado.
La Cámara de Comercio de EE.UU. controvierte los resultados que presentan los sindicatos y señala que 5 millones de puestos de trabajo han sido generados por el aumento del comercio con el resto del continente desde 1994.
El TLC ha cumplido su promesa de aumentar de manera dramática el comercio entre Estados Unidos y México. Ciudades como El Paso, Texas se han convertido en enormes plataformas de exportación al sur, con cientos de camiones haciendo fila diariamente para cruzar la frontera con mercancía estadounidense.
Las exportaciones a México
De US $51.000 millones en 1993 pasaron a US $223.000 millones en 2011, un aumento de 330%, (estudio de la Cámara de Comercio de Estados Unidos).
Pérdida de empleos industriales en México y en cambio 5 millones de trabajos en Estados Unidos han sido generados por el aumento del comercio con el resto del continente desde 1994.
Los principales ganadores con el libre comercio continental
En México las exportaciones agrícolas en rubros como granos y carne se han quintuplicado desde que se firmó el tratado.
El sector de los servicios en Washington con TLC se abrió.
En Canadá y México dicho sector pasó de US$27.000 millones en 1993 a US$82.000 millones en 2011. Productos que van desde películas de Hollywood a servicios bancarios han encontrado menos trabas para su venta al sur de la frontera.