Las compañías con cultura organizacional centrada en los resultados tienen como objetivo ser más eficaces y óptimas durante la utilización de los recursos en el desarrollo de sus procesos.
Son empresas que miran y apuestan por la reducción de costos, el cumplimiento de los objetivos empresariales en cortos tiempos y empleando el mínimo posible de recursos materiales y humanos.
Hoy en día, la mayoría de empresas están orientadas a resultados, pues es al final lo que las hace más competitivas en un entorno empresarial cada vez más complicado.
Lo que está ocurriendo por la pandemia es el proceso acelerado de cambio de paradigmas y mientras culmina este proceso es urgente a las empresas aplicar prácticas como:
- Someter a cuarentena al personal que pueda haber estado expuesto.
- Instruir a sus trabajadores y comunicarse con ellos con regularidad.
- De ser posible, designar un equipo de gestión de emergencias.
- Vigilar la situación día a día.
- Reforzar las buenas prácticas de higiene y adoptar las correspondientes precauciones de seguridad.
- No dejar de animar a quedarse en casa a los miembros del personal enfermos; mandar a su domicilio a quien esté enfermo.
- Tener presente las múltiples y diversas leyes y políticas relacionadas con el virus y sus consecuencias en el lugar de trabajo, y preparar planes de contingencia.
- Plantearse la posibilidad de que los miembros del personal no esenciales trabajen desde casa.
- Suspender o limitar los viajes de negocios.
Hay que recordar que las empresas que libraron con éxito a la recesión del 2008 tuvieron:
- Visión y la capacidad para actuar tempranamente.
- Adoptar una perspectiva a largo plazo.
- Enfocarse en el crecimiento, y no sólo en la reducción de costos.
Las decisiones que tomen ahora los directivos y ejecutivos del capital humano de las empresas ayudarán a la empresa, y a la sociedad a salir adelante ante el reto que plantea la pandemia.