Las cadenas de suministro globales ya han sido interrumpidas por la pandemia, lo que ha llevado a la reducción de la fabricación y el cierre de fábricas.
Se tomado medidas económicas para los trabajadores de bajos salarios por la contingencia porque los trabajadores vinculados a la economía global se están viendo obligados a trabajar tiempo parcial por menos ingresos o están perdiendo sus empleos por completo, y en caso de que haya recortes de impuestos para empleadores y rebajas tributarias sobre la nómina de los empleados a menudo están mal distribuidos y no alcanzarán a los más necesitados.
Los trabajadores de bajos salarios necesitan protección contra las consecuencias de ser despedidos por los empleadores cuando no pueden trabajar debido a su enfermedad o la enfermedad de los miembros de la familia.
Sin asistencia, estos trabajadores pueden enfrentar grandes dificultades económicas, retrasarse en el pago de sus deudas y correr los riesgos que ello implica.
Una acción en respuesta a esta circunstancia son los pagos directos en efectivo para compensar algunas horas de trabajo perdidas, tal como proporcionó el gobierno de EE. UU. durante la recesión de 2008.
Otra acción son los programas de prestación social ampliados como el desempleo, que pueden permitir que los trabajadores permanezcan en la nómina y se les pague cuando no pueden trabajar debido a la recesión provocada por la crisis de salud.
El reto profesional y social más grande que tienen los directivos de Recursos Humanos es qué medidas especiales proponer para apoyar a los trabajadores, las familias de bajos ingresos y las pequeñas empresas.