Ante el nuevo escenario laboral, una firma en España analiza las siguientes prácticas en materia laboral para hacer frente a la crisis por la pandemia.
Tanto la dirección como los empleados de la compañía pueden ayudar a reforzar la resiliencia organizacional y mantener la actividad empresarial por medio de acciones como estas:
- Comprometerse con todas las partes involucradas en la organización.
- Promover el trabajo en remoto siempre que la actividad empresarial lo permita.
- Mantener una fluida comunicación interna con los empleados.
- Aumentar el soporte tecnológico ante las posibles incidencias que ocurran.
- Impulsar las comunicaciones con los clientes, adaptándose a los canales existentes.
En lo que se refiere a la propia organización es fundamental implantar una estructura sólida y garantizar un plan de actuación. Para ello, es conveniente:
- Crear un comité de crisis para dar una respuesta centralizada.
- Monitorizar las actualizaciones relacionadas con la salud y las novedades normativas que se vayan publicando.
- Evaluar los posibles impactos en la actividad empresarial, así como los riesgos del mercado y financieros.
- Construir una hoja de ruta de transformación del negocio a corto, medio y largo plazo.
Al gestionar la crisis de salud, las empresas ya se están preparando para hacer frente a futuras amenazas mediante la implementación de nuevas prácticas como:
- Analizar las capacidades necesarias para escalar el trabajo en remoto.
- Desarrollar una evaluación de las capacidades digitales de la organización para comenzar una transformación en el medio plazo.
- Descubrir qué herramientas, sistemas y prácticas son necesarias para que el trabajo en remoto sea más efectivo.
- Hacer un estudio de experiencia de usuario con los empleados para comprender cómo construir un lugar de trabajo adecuado, sin importar dónde se encuentren.
- Aplicar lo aprendido durante estos días sobre necesidades tecnológicas. Usar este conocimiento para impulsar nuevas inversiones en tecnología que ayuden a minimizar los riesgos futuros.
- Medir el éxito de las medidas implantadas con datos para ayudar a garantizar una mejora continua.
Por la importancia de la resiliencia corporativa, hay que ser capaces en nuestras empresas de adoptar, con prisa y sin pausa, herramientas y prácticas de colaboración virtual.