Todos dedicábamos tiempo para llegar a nuestra oficina, sin importar si era mucho o poco, ese tiempo que pasábamos trasladándonos a nuestro escritorio puede ser ocupado en otras actividades que complementen tu día a día, qué tal que comienzas con leer libros que ayuden a tu productividad.
Focus, de Daniel Goleman.
En un mundo lleno de distracciones, es nuestra capacidad de atención la que determina nuestro nivel de desempeño en determinadas tareas. Daniel Goleman es el creador de la inteligencia emocional, ten por seguro que tiene mucho que enseñarnos.
El Poder de los Hábitos, de Charles Duhigg.
En este libro, Duhigg explica qué dice la ciencia acerca del funcionamiento de los hábitos, y cómo podemos crear nuevos hábitos, eliminar los que sabemos que son nocivos y modificar aquéllos que se pueden mejorar.
Organízate con Eficacia, de David Allen.
Allen asegura que nuestra productividad es directamente proporcional a nuestra habilidad para estar relajados. Partiendo de principios muy sencillos, este método establece un flujo de trabajo de cinco etapas —recopilar, procesar, organizar, revisar y hacer—que te ayudará a gestionar tu día a día.
Con estas tres opciones puedes convertir ese “tiempo muerto” en momentos de mejora contínua en tu capacidad profesional.