
Dejemos de hablar por un momento sobre el por qué estamos en casa y comencemos a pensar en para qué estamos en casa. Sí, puede que necesitáramos una pausa al ritmo de vida tan vertiginoso y agitado al que estábamos acostumbrados, pero también puede ser la oportunidad de aprender muchas cosas.
¿Cómo lo vas a hacer si tiene años que no vas a la escuela? Comencemos por romper ese paradigma, todos los días aprendemos cosas, puede que sean banales o tal vez son algo que nos cambia la vida para siempre.
Tenemos algunos consejos que te pueden ayudar a convertirte en una “Esponja de conocimiento”, para así, no sólo trabajar remotamente, sino para regresar a la oficina con más y mejores habilidades.

- Leer, leer, leer: Sí, el primer gran secreto para aprender es no dejar de leer. Esta actividad es el equivalente del ejercicio a tu cerebro, leer te permite conocer nuevas cosas, expandir tu universo y, sobre todo, comenzar a saber cosas nuevas. Sumado a eso, nuestro cerebro genera una necesidad por seguir aprendiendo que se convierte en un gran beneficio a mediano y largo plazo
- Aprender es un viaje, no una obligación: “El viaje del aprendizaje es una colección curada de activos de conocimiento, tanto formales como informales, que se pueden utilizar para adquirir habilidades para un rol específico y / o área de tecnología”, escribe Sonia Malik de IBM.
- Comparte tu conocimiento: De nada nos sirve saber muchísimas cosas si no estamos dispuestos a compartirlas con las personas, lo más interesante de comenzar a compartir tu conocimiento es que tu interlocutor se puede convertir en el nuevo método de conocimiento de nuevas cosas.
- Tu cerebro es una máquina de aprender, mantenla aceitada, eso significa comer muchos alimentos asociados con la disminución del deterioro cognitivo: arándanos, verduras (de hoja verde, col rizada, espinacas, brócoli), granos enteros, obtener proteínas del pescado, legumbres y elegir grasas saludables no saturadas (aceite de oliva) en lugar de grasas saturadas (mantequilla).