Tu cerebro es la principal herramienta que tienes cuando se trata del trabajo, sobre todo si te dedicas a algo que puedes realizas frente a un monitor.
Imagina a un corredor olímpico, piensa cuántas horas pasa al día en el gimnasio, cuántas horas pasa trotando y cuántos años le ha dedicado a comer de manera saludable para esos 10 segundos en la pista que lo convertirán en un inmortal del deporte.
Eso mismo puede pasar contigo, pero tienes que dedicarle el tiempo que se merece a tu cerebro para poder alcanzar las metas que te propones en tu vida profesional. ¿Cómo lograrlo? Estás en el lugar adecuado.
Estos pequeños consejos pueden tener grandes beneficios sin que te des cuenta en la manera en la que hacer tu trabajo.