Desde los inicios de la crisis de salud se plantea si se congelarán los procesos de contratación laboral, y la respuesta es: No, no todos los procesos se detendrán, y en esto tendrá un papel muy importante el Employer Branding.
Employer Branding o Marca Empleadora hace referencia a la imagen que proyecta una empresa en su calidad empleadora, y está basado en la reputación de la empresa entre sus trabajadores actuales y entre los candidatos potenciales.
En un comunicado conjunto, las agencias de la ONU expresaron preocupación por el aumento exponencial de los contagios del virus en el mundo y emitieron una serie preliminar de recomendaciones urgiendo a los empleadores a tomar en cuenta el impacto de sus decisiones en las familias de los trabajadores y a apoyar su protección social cuando sea posible.
“Las familias sentirán por años los efectos colaterales de la pandemia: pérdida del trabajo, estrés prolongado y deterioro de la salud mental. Además, la ausencia de sistemas adecuados de protección social exacerba la exposición de los niños más vulnerables a esta crisis”, apuntó la jefa de Desarrollo Temprano Infantil de UNICEF, Pia Rebello Britto.
Ante esta situación que manifiestan las agencias de la ONU, es de considerar que el Employer Branding no debe enfocarse en el qué, sino en el cómo.
El “qué” está claro y habrá que hacerlo con los mecanismos de que se dispongan, el “cómo” es lo que marcará la diferencia.
Los profesionales que vivieron la crisis del 2008 y las generaciones posteriores, aprendieron que lo que importa es el cómo se aplican las medidas y aprendieron que una cosa es el uso y otra es el abuso.
Hoy, más que nunca, hay que poner el detalle en cómo vamos a hacer lo que hay que hacer para salir con una reputación fortalecida, no hundida.