El cambio de horario podría alcanzar un 5% del consumo energía, así mismo el cambio favorece nuestro ritmo circadiano, nuestro reloj biológico, factores que favorece la productividad de los empleados.
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Hay sustancial diferencias y variaciones en este ritmo circadiano con el rendimiento en el trabajo, tales como insomnio, ansiedad, trastornos del sueño , la alimentación y falta de concentración, aspectos que fueron contrastados por la comunidad científica que demostró un reciente nobel de medicina por sus trabajos sobre nuestro reloj interno.
Otros estudios destacan cómo la falta de luz por la mañana afecta a la productividad, por lo que tenemos que acostumbrarnos a aprovechar esas horas de luz por la mañana, bajo este horario que mejora la productividad.
Informes de instituciones como el FMI y la OCDE, el 85% de trabajadores trabaja más horas de las que les corresponden.
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Incremento en la productividad
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Descenso en ausentismo
En el caso de los trabajos que requieren capacidad de concentración, la mente baja a partir de las seis horas de comenzar la jornada laboral, la mejora de horarios contribuye a acrecentar la productividad, además de los indudables efectos positivos en conciliación, ausentismo y bienestar. A su vez eleva las ganancias logradas con mejores prácticas, acompañadas por una eficiente gestión empresarial, que pueden conducir a un incremento de la productividad de un 19% y un descenso del 30% en ausentismo.
