Diversidad, inclusión e integración.

Para el área de personal de una empresa es importante comprender los términos de diversidad, inclusión, e integración, para aplicarlos en sus programas de recursos humanos como su estrategia de negocios.

La Declaración Universal de Derechos Humanos de diciembre de 1948 contiene que toda persona tiene los derechos y libertades que se recogen sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

La diversidad es un término que se ha aplicado al pensamiento sobre las diferencias sociales de una manera similar, presentando las diferencias como algo que no solo es natural, sino que es esencial para el bienestar social y organizacional.

La inclusión es un concepto que hace referencia al modo en que la sociedad debe responder a la diversidad.

La inclusión laboral según Jürgen Weller se refiere a los “procesos que permiten el acceso de una parte de la población a empleos productivos con condiciones laborales favorables o adecuadas” sin distinción de género, raza, nacionalidad, edad, discapacidad, religión, orientación sexual o estado civil.

La integración se refiere a reunir diversos elementos en la organización y ayudarles a sentirse cómodos dentro de la cultura organizacional compartida, buscando un entorno colaborativo, de apoyo y respetuoso que aumenta la participación y la contribución de todos los empleados.

Con base en lo anterior, la diversidad en el lugar de trabajo es comprender, aceptar y valorar las diferencias entre las personas, incluidas aquellas de diferentes razas, etnias, géneros, edades, religiones, discapacidades y orientaciones sexuales, con diferencias en educación, personalidades, habilidades, experiencias y bases de conocimiento.

Aquellas empresas que apliquen políticas de gestión de la diversidad, inclusión, e integración, lograran una ventaja de negocio competitiva.