“No se trata sólo de una crisis sanitaria mundial, sino también de una importante crisis económica y del mercado laboral que está teniendo un enorme impacto en las personas”, explica el director general de la OIT, Guy Ryder.
Entre las recomendaciones de la OIT para mitigar el impacto de la pandemia en el mercado laboral que deberían tener un efecto inmediato destacan:
Respuestas políticas centradas en dos objetivos inmediatos: medidas de protección de la salud y apoyo económico.
- Proteger a los trabajadores y empleadores y sus familias de los riesgos para la salud por contagio del virus.
- Introducir y fortalecer medidas de protección en el lugar de trabajo y en todas las comunidades, que requieran apoyo público e inversión a gran escala realizar los esfuerzos políticos oportunos, a gran escala y coordinados para proporcionar empleo e ingresos y estimular la economía y la demanda laboral.
- Medidas proactivas a gran escala e integradas en todas las áreas de políticas para lograr impactos fuertes y sostenidos.
- Crear confianza a través del diálogo para que las medidas políticas sean efectivas.
• Proteger el empleo y los ingresos de las empresas y los trabajadores afectados negativamente por los efectos indirectos (cierres de fábricas, interrupción de las cadenas de suministro, prohibiciones de viaje, cancelación de eventos públicos, etc.)
- Garantizar la protección social a través de esquemas existentes y/o pagos ad-hoc para los trabajadores, incluidos los trabajadores informales, ocasionales, estacionales y migrantes, y los trabajadores independientes (por ejemplo, a través del acceso a beneficios de desempleo, asistencia social y programas públicos de empleo).
- Crear programas de retención de empleo, que incluyen arreglos de trabajo y otros apoyos temporales para empresas, tales como subsidios salariales.
- Concesión de licencias pagadas y extensión de derechos existentes a los trabajadores y licencia de formación, subvenciones y planes relacionados.
- Medidas de desgravación financiera y fiscal con plazos fijos, y medidas de nivelación de ingresos para respaldar la continuidad del negocio, especialmente de las pequeñas y medianas empresas y de los trabajadores independientes a través, por ejemplo, de subsidios o refinanciación crediticia para superar las restricciones de liquidez.
Añadió Ryder, “En 2008, gracias a que el mundo hizo un frente común ante las consecuencias de la crisis financiera mundial se evitó lo peor”.
La actual coyuntura requiere de ese tipo de liderazgo y determinación.