La marca personal es lo primero en juego.
1. Avisa con anticipación.
Como mínimo avisa 15 días antes: es un tiempo suficiente para entregar los pendientes. Es de muy mal gusto renunciar y ya no presentarse al trabajo.
2. Comunica la noticia personalmente y en el orden correcto.
Tu jefe debe ser la primera persona en enterarse de tu decisión y deberás comunicárselo de manera personal.
3. Acepta la entrevista de salida.
Es muy probable que RH te ofrezca una entrevista para conocer tus motivos, así como lo referente a los pagos pendientes, la entrega de equipo, contraseñas, y la delegación de tareas y responsabilidades.
4. Ser educado ante todo.
Si no te gustaba su trabajo, tus compañeros de trabajo, tu jefe o la compañía, puedes sentir la tentación de “desahogarte”. Sin embargo, es aconsejable no hacerlo para cuidar tu marca más que cualquier otra cosa.
5. Comparte consejos para mejorar.
Debes mantener tu enfoque en las sugerencias para el futuro en lugar de en las críticas o quejas acerca del pasado. Por ejemplo: si dejas el trabajo porque nunca te ofrecieron una promoción, intenta hacer la recomendación de que la compañía considere crear más oportunidades de crecimiento.
6. En tu último día de trabajo retírate de forma educada.
Tómate el tiempo necesario para despedirte de todos tus colegas: nunca se sabe cuándo o dónde se van a presentar opciones futuras. Evita decir cosas negativas sobre tu empresa o tus compañeros de trabajo en el futuro, porque podría volverse en tu contra y hacerte ver mal ante los demás.
