Trabajar menos para vivir mejor

Las empresas tenemos que aprender a producir más y mejor sin el impacto del estrés. El exceso de horas laborales y el estrés ponen en peligro la salud de millones de latinoamericanos.

Las empresas tenemos que aprender a producir más y mejor sin el impacto del estrés.

El exceso de horas laborales y el estrés ponen en peligro la salud de millones de latinoamericanos.

Hace ya 70 años se estableció la jornada laboral de 8 horas. El razonamiento detrás de esta decisión era que, de ese modo, los trabajadores tendrían 8 horas para dormir, 8 horas para el trabajo y otras 8 horas para el ocio. Esto para la región de América Latina y el Caribe, excepto Belice y Chile, cuya ley permite jornadas laborales más largas.

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La práctica no corresponde con lo escrito

En Perú, en 2005, más del 50% de los trabajadores laboraron más de 48 horas por semana, y tener semanas laborales de más de 60 horas era lo normal para la mayoría de empleadores y emprendedores en el país.

Las jornadas superiores a las 8 horas diarias también son normales para:

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De los trabajadores en Argentina

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De los trabajadores en México

(OIT)

El mundo hiperconectado

Hoy en día es más común que los trabajadores respondan a correos de sus superiores o sus clientes fuera de las horas de trabajo.

Por lo tanto, la semana laboral se extiende bastante más allá de las 40 horas normales, lo cual afecta la productividad del empleado.

El desempeño en las tareas de los empleados afecta en nivel intelectual.

La presión de tiempo y el estrés resultante provocan tensión mental que hace que un individuo desempeñe tareas hasta 13 puntos de CI por debajo del normal.

Las preocupaciones financieras de cómo se va a llegar a fin de mes y los empleados que trabajan un exceso de horas, también reducen las capacidades mentales.

La diferencia de desempeño antes y después de cobrar el sueldo o recoger los beneficios de su trabajo puede equivaler a tres cuartos de déficit cognitivo, es decir, más lentitud en el funcionamiento intelectual producido, por ejemplo, por la pérdida de toda una noche de sueño.

Las grandes economías

6 de cada 10 trabajadores en las economías más grandes del mundo están afectados por el estrés laboral.

La cifra se eleva a 3 de cada 4 empleados en países como México donde más de la mitad de trabajadores mayores de 65 años de edad aún trabajan más de 40 horas por semana y un 23% de ellos trabajan más de 48 horas a la semana.

OMS

Impacto del estrés en términos económicos, en pérdidas y menos productividad

4% del PIB Mundial equivalen las pérdidas económicas por accidentes laborales y enfermedades relacionadas.

(OIT)

En términos biológicos, el estrés es la respuesta del cerebro ante cualquier exigencia. Para no gastar energía extra y mantenernos alerta, el cuerpo reprime esas funciones que no necesita para la sobrevivencia inmediata, como el sistema inmunológico y el metabolismo. Luego, una vez a salvo, vuelve a la normalidad.

Los problemas inician cuando el estado de alerta máxima se prolonga

Con la organización y el diseño del trabajo, las relaciones laborales, las expectativas del empleado y el empleador determinan cuánto estrés se experimenta dentro del ámbito laboral.

Si se percibe que uno, o más, de estos factores exigen más de los recursos disponibles para hacerles frente, se desata el estrés.

A menos que se tomen los pasos para romperlo, se convierte en un círculo vicioso; dado que el estrés crónico reduce la productividad, se exacerba la percepción de desequilibrio, lo que a su vez aumenta el estrés aún más hasta llegar a ser severamente dañino para la salud.

La cuarta parte de los infartos que se producen al año en México están vinculados a las enfermedades físicas, emocionales o psicológicas provocadas por el estrés crónico.

OMS

Reducción del estrés

Como parte de la lucha contra las enfermedades no transmisibles, los legisladores de distintos países empiezan a reconocer que la oficina es un campo de batalla importante para combatir la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas, pues las oficinas menos estresantes ayudan a tener empleados más sanos. Sin embargo, las legislaciones sólo pueden llegar hasta cierto punto.

Por ello, lo más importante es hacer cambios en el estilo de vida para reducir lo más posible los factores de estrés.

Recomendaciones de expertos:

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Una nutrición adecuada

El cuerpo estresado afecta al sistema digestivo y la tasa metabólica, por lo que se recomienda una buena nutrición. También se sugiere reducir el consumo de cafeína, alcohol, y nicotina.

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La meditación

Recomendable es tomarse unos minutos, sentarse y respirar profundamente, o meditar. Al relajar el cuerpo, se reduce el ritmo cardiaco, baja la presión y los músculos se relajan.

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¡Dormir!

Los trastornos de sueño son un síntoma común del estrés. El sueño es muy importante para combatir el estrés, pues da tiempo para que el cerebro descanse y se recupere.