Pueden jugar durante el almuerzo y los descansos, pero no en el tiempo de trabajo.
La camaradería que puede crear un juego, aplicación o sitios de apuestas o simplemente un evento como el próximo mundial que se llevará a cabo este próximo verano puede traer rezagos en la productividad.
Antes de prohibir piense.
A veces, las empresas en el tiempo del almuerzo o comida pueden aprovechar esto para fomentar la participación.
Si hay una cantidad significativa de empleados que participan, tal vez los empleadores quieran usar la camaradería para que todos participen.
El fenómeno de HQ Trivia
En los Estados Unidos este juego se ha vuelto un fenómeno. Dos veces al día la aplicación manda una notificación para enterarse que el juego va a comenzar.
Ésta es una transmisión en vivo, donde cualquiera puede participar respondiendo las preguntas y ganar algunos dólares desde la comodidad de donde se encuentre. Los jugadores que responden las 12 preguntas correctamente dividen el premio en efectivo, lo que a veces significa que cada ganador recibe solo unos centavos, mientras que otras veces puede llegar a miles de dólares.
Actualmente muchos empleadores, dan la oportunidad de que todos se conecten y se distraigan con el juego. La mayoría de las empresas tienen un código de conducta cuando se trata de asuntos personales en el tiempo de la compañía, por lo que el código debe ser su guía para determinar qué tan estricto será para permitir que los empleados participen.
Compromiso antes de una política estricta
¿Estará prohibido ver los juegos de su selección local durante el mundial? ¿Qué hacer si se encuentra a un colaborador jugando en su dispositivo móvil durante horas de trabajo?
Estas preguntas sólo las puede responder quien conoce a su gente y lo que funciona con su cultura laboral. En pocas palabras, si cree que cualquier juego o conjunto de apuestas distrae significativamente el trabajo realizado, comuníquelo y resuélvalo.
Muchas compañías también tienen políticas que limitan el uso de dispositivos personales en el trabajo, especialmente en roles orientados al cliente.
Es más productivo abordarlo como un tema de compromiso en lugar de una cuestión de política.
