Redes sociales: el empoderamiento de los empleados

Las redes sociales
Así es como las redes sociales han cambiado la forma de contratar: los empleados tienen más poder que nunca.

Las redes sociales no sólo son un canal para que tus empleados reciban ofertas de trabajo, también son el medio por el cual el mundo se entera si eres buena compañía, si los cuidas, si pagas bien, si tienes buen ambiente de trabajo, etc.

Una vitrina transparente

Ahora los empleados son tu departamento de marketing. Tienen un móvil o un ordenador con el que comentan a los demás. Pero así es como el mundo sabe que trabajar allí es una buena idea.

  • Esto es muy incómodo para algunas empresas porque las hace más transparentes a la fuerza y supone más presión porque no pueden esconder una cultura negativa o un mal liderazgo.
  • Hoy las compañías son súper competitivas a la hora de reclutar talento porque deben ser muy transparentes y los empleados pueden ver claramente cómo son antes de aceptar un trabajo.

Los candidatos ganan con ello, al igual que los empleados, porque la empresa deberá esforzarse por ser un buen lugar para trabajar.

Redes sociales empleados

La cultura laboral se vuelve un bien activo, pues condiciona la atracción y la retención

Las redes sociales cada vez juegan un papel más importante a la hora de reclutar y buscar trabajo. Las empresas deben cambiar la forma en que ven el talento, pues conseguir el mejor talento para tu compañía no depende de lo que la empresa busca o dice, sino de cuánto y qué se escribe en las redes sociales sobre ella.

El reto para el reclutador

Lo que la tecnología está cambiando es la forma de encontrar a los candidatos y el uso de su tiempo. Ahora la tecnología ha hecho que los usuarios inviertan este tiempo en muchas otras plataformas que ya no son el periódico.

  • ¿Dónde están tus candidatos?
  • ¿Están jugando a los videojuegos o en comunidades digitales?

El reto está en descubrirlo pues en los últimos ocho o nueve años se ha visto una transformación más grande en esta dimensión que en cualquier otra área de los recursos.

Fuente: El País