PAE Las universidades deben estar abiertas a transformarse, o fracasan

Cuando llegaron los coches japoneses; más baratos, todos pensaban que eran de peor calidad, con el tiempo se demostró que eran mejores.
Con la educación va a pasar lo mismo: Las grandes universidades no quieren ofrecer sus contenidos online, creen que la experiencia de los alumnos será peor y que no hay nada que pueda igualar el cara a cara con el profesor en el aula.

Los programas académicos cerrados y la acreditación ya no tienen sentido, porque en los cinco años que suele durar, los grados los conocimientos se quedan obsoletos. Estas universidades de no ofrecen grados ni créditos porque el contenido que enseñan cambia cada año.

Se imparten cursos en Internet, gratis y para todo el mundo, con los mejores expertos del mundo. Casi 160.000 estudiantes de más de 190 países se apuntaron y el porcentaje de alumnos que obtuvo una A (un sobresaliente) fue superior al de las clases presenciales.
Thrun dejó Stanford y montó Udacity, donde ha desarrollado una metodología de enseñanza totalmente nueva.

Si terminas el curso a tiempo te devuelven tu dinero y si no consigues un trabajo tres meses después, también.
Las únicas universidades que van a sobrevivir son las que tienen una gran marca detrás, como Harvardo Stanford, o las mejores escuelas de negocios. Las marcas dan caché y eso significa algo para el mundo. El resto, van a desaparecer.

Cambiar la mentalidad, que transforma a la gente y cuando se marchen no vuelven a ser los mismos, cuando estés en clase con otras personas, empieces a darte cuenta del potencial que tienen, la visión de sí mismo y de cómo el futuro cambia.
No se llega a ese punto, con el método habitual de recibir información únicamente.
La enseñanza con herramientas que ayuden a las personas a tener una vida gratificante, agradable y que les llene. Que se adapten a los diferentes tipos de inteligencias, el 98% de los alumnos obtendrán el mejor resultado.
Sustituir la idea de educación por la de aprendizaje, permitir que la gente que aprenda en tiempo real, según sus necesidades, su verdadero propósito, ir a la escuela para crear curiosidad, con gente para aprender, ahí es donde los profesores tienen que ser buenos.

Los conductores de Uber son evaluados por los clientes de uno a cinco. Si alguno de los conductores tiene menos de 4,6 o más de tres opiniones negativas, directamente se le saca de la plataforma.
Lo mismo sucede con los usuarios, si tienen menos de 4,6, ningún conductor les recogerá. ¿Quién me enseña hoy a ser honesto, íntegro y a tener compasión?

Las cosas cambian 50 veces más rápido; hace 20 años nadie sabía lo que era un desarrollador web y ahora hay miles, es muy fácil y cualquiera puede hacerlo.
Todo el mundo se pregunta en qué trabajo seremos mejores que los ordenadores. En ninguno. Esa no es la pregunta correcta.
Hay que plantearse qué tareas no queremos que hagan, aunque lo puedan hacer mejor. No los queremos como militares, ni como alcaldes, tampoco que decidan qué presos pueden abandonar la cárcel. Eso es lo que tenemos que enseñar a la gente a decidir.

El dinero no va a ser más o menor importante en el futuro. La evolución de la tecnología hace que los costos bajen y que la gente pague menos por los mismos servicios.
El ser humano va a seguir creando productos excepcionales, como el iPhone; todo el mundo querrá uno.
Tendremos que ser capaces de crear valor para generar dinero y poder comprar esas cosas. La realidad virtual, la impresión 3D, o la salud van a ser algunos de los campos que nos van a sorprender.
El mundo seguirá girando alrededor del dinero, que es la energía para hacer cosas o cambiarlas.
Los nuevos inventos te inspirarán a trabajar para poder comprar.

¿Estará en la confianza en uno mismo? ¿Se aprende eso en la Universidad?

Una sola persona puede impactar positivamente a todo el planeta.
Don que no está reservado a personas especiales, sino a gente normal.
La gente se convierte en lo que piensa. ¿Qué potencial tiene de bebé? La mayoría de la gente responde que es ilimitado, pero si les preguntas sobre su potencial, no responderán lo mismo.
Empresas e instituciones, si desean tener el poder de innovación está ahí, el primer pasó esta en ti: en cómo cambiar tu mentalidad.

La aspiración no debe ser que una empresa te contrate. Eso significa que te van a pagar menos de lo que mereces.
No tenemos que enseñar cómo conseguir un trabajo, sino cómo crearlo.