1. Inteligencia artificial.
Aplicada a la búsqueda de candidatos y a la interpretación de una cantidad de datos superior a la que el más experimentado de los reclutadores es capaz.
2. Plataformas inteligentes.
Aumentan la capacidad de incorporar variables determinantes en las búsquedas. Esto permite encontrar las competencias y destrezas profesionales que un profesional necesita, no solo para un buen desempeño en el puesto de trabajo, sino para garantizar su adaptación a una determinada cultura y equipo de trabajo.
3. Redes sociales.
Los profesionales mismos son cada vez más conscientes de la necesidad de abandonar su anonimato y potencian su personal branding para hacerse visibles y valiosos a ojos de posibles empleadores, sin necesidad de que venga nadie a “descubrir” su talento.
4. Redes de conocimiento.
Son comunidades en las que los profesionales intercambian sus conocimientos y experiencias de manera virtual. Se articulan a partir de un área de especialidad, o de temas e intereses comunes.
5. Plataformas colaborativas.
Representan un cambio de paradigma para la identificación y selección del talento, permiten democratizar el acceso al talento que necesitan las empresas, ya sean grandes, medianas o pequeñas.